lunes, 28 de junio de 2010

Rock Progresivo
















pasotismo ilustrado


cambio de tercio
culpable de infanticidio

bebiendo de aquella guardería
y apoyado en esa cerveza

regalando fines de semana
gastarlo todo en sonreír

idealización canónica

el mar está lleno de peces
para qué abres la boca
si te ahogas?

adelante Bonaparte
lo importante es que sea
buena gente

y fin de la segunda parte

martes, 16 de febrero de 2010

Feliz en tu día


me gusta escribir
me gusta la cerveza
me gusta la noche
me gusta jugar al Munchkin
me gusta pasear por el centro
me gusta estar con mis amigos
me gusta aislarme
me gustan los bulldog
me gusta el CAC
me gusta aprobar
me gustan los cafés con palabras
me gusta visitar nuevas ciudades
me gusta el humor chanante
me gustan los litros del Siglo XXI
me gusta creerme Chino Moreno cuando estoy sólo en casa
me gusta la brisa de la playa
me gusta escuchar a la gente
me gustan los buffets chinos
me gusta disfrutar de un buen paisaje
me gusta tener dinero en el banco
me gusta tener dinero en la cartera
me gusta aprender
me gusta descubrir un nuevo grupo de música

me gusta Lost
me gusta conocer gente interesante
me gusta conocer niñas guapas
me gustan los documentales de la 2
me gusta divagar
me gusta la sensación que deja una buena película al terminar
me gusta Málaga

me gusta mojarme
me gusta la ensaladilla rusa
me gustan los conciertos
me gustan los abrazos
me gusta quedarme tirado en la cama pensando en mis cosas
me gusta caer redondo en el lecho cuando voy ciego

me gusta tu risa
me gusta hacerte sonreír

me gusta escuchar a Eduard Punset
me gusta hacer el tonto por la calle
me gusta el 85
me gusta la nostalgia
me gusta filosofar
me gusta escuchar música en la ducha
me gusta buscarle sentido a mis fotos absurdas
me gusta jugar al escondite
me gusta q me tiren del pelo cuando echo un polvo
me gusta ir de compras
me gusta la locura
me gusta aparecer en la Spectra bastante deteriorado pasadas las 4
me gusta ver una y otra vez El Club de la Lucha

me gustan las series antiguas
me gusta perdonar
me gusta ser perdonado
me gusta el dolor de barriga cuando no puedes dejar de reirte
me gusta jugar al “yo nunca”
me gusta que te guste
me gusta ir a ensayar
me gusta correr
me gusta gastarme el sueldo en alcohol
me gustan los regalos
me gusta conducir
me gusta emocionarme al reunir 400 personas en una moraga
me gustan los suricatas
me gusta improvisar
me gusta entablar conversaciones bajo estado etílico
me gusta leer un buen libro
me gusta q me presten atención
me gusta el rock progresivo

me gusta desvariar

me gusta desfasar
me gusta el afecto
me gusta identificarme con Renton
me gusta jugar
me gusta que me escuchen
me gusta sorprenderte
me gusta conocerme
me gusta aprovechar cada día al máximo
me gusta vivir contento
me gusta esta vida
me gusta mi futuro



Hay cosas que nunca cambian.

Han pasado unos cuantos años, pero algunos gustos permanecen intactos


“cántame una canción
una tuya ganador
cántame una canción
que me diga lo feliz que estoy

sábado, 16 de enero de 2010

Change (in the house of flies)



Tercera semana de 2010, según el horóscopo chino el año del Tigre: donde "prevalece la fortaleza y ante los retos el gran hombre se levanta, en busca del éxito."

Deseaba ser ese hombre.

La lluvia continuaba cayendo cuando se detuvo en aquel barrizal, la cacería de empleo parecía suficiente por hoy. Observó el cielo mientras seguía sonando música en sus auriculares, le acompañaba sumiéndolo como si de un videoclip se tratase y el mundo parecía cerrar sus ojos.
Tornó la mirada sobre sus huellas y contempló en el currículum el peso del ayer, negociando con la suerte, de Celestina en su confesionario, chófer a tarifa especial o la labor semi-profesional como bufón de la corte. Regalando oídos y abrigos al silbido de protagonistas, anhelando un papel principal de su propia obra, ya atascado de ser un mero observador en aquellos días de borrascas, de su jodido perfeccionismo a trazar planes milimétricos a largo plazo, pues nunca ubicó el momento de pasar a la acción.

Todo se alteró gracias a aquel verano arrítmico en el que el frío cerró un papel fundamental, se sintió menos humano, pero más maduro, un destello de lo que estaba a punto de suceder.
Tras años de vacío académico el regreso le supuso un punto de inflexión, era el óbice de su letargo. Tocaba cerrar un ciclo. Su vida comenzó a cobrar sentido, había salido fortalecido de aquel coma. Entonces emergió en aquellas mañanas una figura de cabellos dorados cuya sonrisa le sirvió de sustento en vísperas de resplandores. Su despertar era completamente diferente, cual Gregorio Samsa notaba que algo había cambiado: ahora ansiaba el calor.

Los proyectos por fin iban tomando forma, las ideas se manejaban claras y recordó qué le había llevado a emprender tales retos y la búsqueda de su válvula de escape, la búsqueda de su éxito.

Sonrió.

Aquellos papeles fueron guardados en su carpeta y volvió la mirada al frente con la intención de enderezar su rumbo, lo principal era deshacerse de aquel lastre que arrastraba tras casi siete años de inactividad, pero ya había iniciado el camino y no pensaba detenerse de nuevo. Tenía el apoyo necesario y la mejor compañía. El porvenir estaba al llegar y eso le ayudaba a vivir contento.

Nunca disfrutó tanto como bajo aquella lluvia.

Estaba señalado, éste era el año: el año del cambio, en la casa de las moscas.